Para motivar estudiantes, es imprescindible hacer dos labores diferentes, motivación de grupos, y motivación personal. Todos son muy diferentes entre sí, y puedes ponerles las pilas, pero ¿Qué hacen después?
Llegan a casa motivados, y al día siguiente les contamina un estrés, vuelven a desorientarse, y se alejan de su camino ideal. Es muy difícil cambiarle el chip a alguien con un solo impacto. Hay que hacer un seguimiento en cada persona. Cada persona lo merece.
Los estudiantes tienen que tener muy claro por qué y para que están “aquí”. La “motivación” simplificada en una frase, es tener un motivo para realizar una acción. De modo que tienen que tener un objetivo bien definido.
Si lo tienes claro, todos los días serás optimista y te tomarás a la ligera las influencias negativas, porque eres consciente de que nada puede interferir en tu estado de ánimo si quieres ganar.
Claro! Depende de ti, antes de salir de casa, elegir con qué cara quieres salir. Ahora ya conoces herramientas para influir en tu cerebro directamente y sentirte una bestia imparable, así que hazlo! Hazte gigante y cómete tu mundo.
A un grupo de estudiantes se les puede motivar con muchos impactos motivadores, de los que veremos ejemplos a lo largo del blog. Pero también creo que se les debe hablar acerca de los errores que pueden cometer en la vida, y podrán evitarlos.
Parece que queremos diseñar a Don Perfecto contándole que todo es bonito y no puede ser!
“Hay cosas buenas y malas, y tú tienes que entrenar a tu cerebro para que se fije en las buenas. Además, cuando estés ocupado con tus sueños, no tendrás tiempo para fijarte en tonterías. Otra cosa, es que te obliguen a estudiar algo, y entonces tu rebeldía brotará por todas partes. Te entiendo. Pero también estás equivocado!, porque tú no eres así!, de modo que tienes que ser capaz de analizar si esa obligación es necesaria para lograr tus sueños. Si es así, hazlo, y no le des más vueltas o no llegarás a ninguna conclusión.”
Te entiendo, y tienes razón.
¿Por qué aguantar algo que no te gusta y crees que no te servirá para nada?. Aunque sirva para algo, si tú crees lo contrario, efectivamente, no servirá para nada, pero te repito que si piensas en el motivo por el que realizar la acción, estarás motivado para hacerlo, te guste o no lo que te tocó ahora mismo.
Tienes que saber de antemano como será tu experiencia buscando trabajo, y trabajando para empresas, para plantearte cómo quieres acabar, y qué puertas vas a abrir, porque no vas a querer jubilarte en la mayoría de los trabajos si los eliges por dinero, o porque alguien te dijo que no puedes rechazar ningún trabajo, o por que la experiencia encaja en tu currículum, o porque no puedes ser un nini. No pierdas el tiempo!
Haz lo que quieres hacer tú! Olvídate de lo que digan los demás, y escucha tu corazón. Y si eres un “nini”, no es por tu culpa, nadie te ha motivado, ni te ha dicho que metas puedes alcanzar. De modo, que si no haces nada, ¿que pasará?; nada, por eso te llaman “nini”; pero el día que sepas lo que te gusta, sabrás más que el 80% de la población. Pues sí!, dejar de ser un nini dura lo mismo que un abrir y cerrar de ojos. Y pasas a ser un experto en potencia.
Mi método de motivación 2.0 es empujarte a cumplir tus sueños porque sé que es posible. Sé que puedes!. Estás preparado para hacerlo, y si no lo sabes tú, yo sí, porque confío en el potencial de cualquier persona que quiera cambiar su vida, sin importar sus conocimientos. Sólo tiene que querer cambiar. Una vez más, estamos hablando de actitud. Los conocimientos se adquieren, la actitud se toma. Y el que toma una actitud proactiva encuentra soluciones a sus problemas. Está escalando su montaña.
Si quieres ser abogado tienes que hacer la carrera de derecho, porque la ley así lo exige. Pero debes saber que hay muchos trabajos, y gracias a las nuevas tecnologías, puedes demostrar que eres un experto en lo que te ha dado la gana soñar. Sin necesidad de un título. Estamos en la era de la información, y eso significa que puedes aprender de forma autodidacta lo que quieras.
Hoy por hoy, prefiero trabajar con un autodidacta que tenga demostraciones de sus conocimientos, que no con un estudiante cuyo único respaldo es un título, y me tengo que fiar de las vibraciones que me causa en una breve entrevista. De modo que, la nueva era ofrece una oportunidad a los peores de buscar nichos de mercado, y a los mejores para diferenciarse en su sector.
Está claro que un título avala unos conocimientos, pero no puedes evitar las siguientes realidades:
– Una imagen vale más que mil palabras, y causar una buena primera impresión es importantísimo, de modo que tu curriculum en papel quedará obsoleto si tu tarjeta de visita se convierte en “búscame en google”. Si ven un video tuyo, vale más que un millón de palabras.
– Cada vez más, las empresas buscan información en internet acerca de los candidatos para un puesto. Ahorran costes grandísimos en entrevistas ya que filtran mejor las personas a las que llamarán.
– Tu identidad y reputación online, no sólo te sirven para buscar trabajo o emprender un negocio, sino que sobre todo te sirven para diferenciarte de los demás y aportar tu valor añadido.
– Puedes gestionar tu propia web, y viralizar tu red con las redes sociales más adecuadas, para conseguir un óptimo posicionamiento web de tu marca personal. Tú eliges lo que quieres que vean de ti.
– Cuando buscamos en Google, por regla general, no pasamos de la primera página, ni de los cinco primeros resultados. Además puedes controlar lo que dicen de ti, programando alertas, y así, cuando mencionan tu nombre recibes un correo con el enlace del sitio donde te mencionan.
– No hay nadie mejor que tú mismo para venderte. Hazlo!
¿Te ves capaz de adaptarte?
¿Cuantas veces viste a alguien hacer algo, y pensaste “Si éste puede, yo también”?
Lo hiciste. Verdad?
Hazlo!